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Alimentación saludable

Mejillones en conserva

El mejillón es un molusco formado por dos conchas de color negro con un brillo nacarado, en cuyo interior se encuentra el animal, de color naranja. Su tamaño va generalmente de los 5 a los 10 centímetros, aunque sus variedades más grandes pueden alcanzar los 15 centímetros.

Los mejillones tras ser fecundados nadan libremente hasta que se fijan a una superficie mediante el biso, que es como se conoce la parte velluda de este molusco. Generalmente suelen fijarse a las rocas, aunque por la dificultad y peligrosidad que entraña su recolección, desde hace décadas se utiliza el sistema de bateas para su cultivo. Este sistema no es más que un vivero flotante con una serie de cuerdas donde los mejillones se adhieren, y donde se les deja madurar por unos cinco meses, hasta que adquieren el tamaño adecuado.

Entre las conservas, el mejillón es el segundo tipo más consumido en España. Por su sabor suave y delicado, es ideal para consumirlosfrescos o al natural, en ensalada, con arroz en una sopa o crema, o incluso en bocadillo, puesto que añaden a la dieta una buena porción de proteínas y muy pocas calorías (60 kcal / 100 g).

Se debe tener en cuenta que, las conservas tienen más sal que sus homólogos al natural, por lo que las personas con hipertensión deberían priorizar el consumo al natural y dejar las conservas para un consumo más ocasional.

¿Qué nutrientes destacan en el mejillón?

  • Proteínas: los mejillones son un alimento rico en proteínas y bajo en grasa. Son una opción ideal para enriquecer dietas de mantenimiento o pérdida de peso.
  • Ácidos grasos Omega 3: La poca cantidad de grasa es insaturada, cuyos efectos beneficiosos sobre la salud han sido demostrados en numerosos estudios. Así, contribuyen a mantener estables los niveles de colesterol evitando la formación de placas de ateroma -aterosclerosis- y manteniendo así una buena salud cardiovascular. También son importantes en el mantenimiento de la función cognitiva, retrasando la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer e incluso han demostrado su eficacia en la protección contra algunos tipos de cáncer.
  • Minerales: son especialmente ricos en selenio, siendo suficiente una ración para cubrir las necesidades diarias de este oligoelemento, que es un potente antioxidante. También destacan en hierro, yodo, fósforo y zinc.
  • Vitaminas del grupo B: especialmente de B12, B3 y B9. La cianocobalamina o B12 es especialmente importante en la formación de glóbulos rojos, mientras que la vitamina B3 ayuda al mantenimiento de la piel en buen estado o a la formación de hormonas sexuales entre otras funciones. Los folatos o vitamina B9 son especialmente importantes en mujeres embarazadas, puesto que previene las malformaciones congénitas del feto como la espina bífida.

¿Has probado a preparar un paté de mejillones? Mezcla una lata de mejillones (al natural o en escabeche) junto con otra de atún y un par de cucharadas soperas de queso de untar. Para terminar, puedes añadir las especias que más te gusten (orégano, pimienta, perejil…) y ya tienes un aperitivo o una merienda muy nutritiva.

  Rocío Narbaiza: Farmacéutica & Nutricionista