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Alimentación saludable

Conservas de pescado: un salvavidas en la despensa

Las conservas de pescado son un alimento muy presente en nuestras despensas. Esta técnica de conservación que consiste en envasar un producto fresco y limpio en un envase y someterlo después a un tratamiento térmico, consigue que este producto se mantenga en buenas condiciones durante un tiempo prolongado, sin necesidad de refrigeración.

Conviene destacar que existen dentro de las conservas otro grupo de productos que son las semiconservas, que son aquellas que no se someten a un proceso de esterilización, sino que su conservación se debe, entre otras, al proceso de ahumado o salado. Este tipo de conservas tienen un período útil más corto y sí necesitan refrigeración. En este grupo englobaríamos productos como las anchoas del Cantábrico o el salmón ahumado.

Las conservas son una buena forma de incluir el pescado en nuestra dieta, cuyas propiedades beneficiosas son múltiples. El hecho de ponerlos en conserva no modifica prácticamente estas propiedades nutricionales, si bien es cierto que son más ricos en sal y por tanto las personas con niveles altos de tensión arterial deberían priorizar el consumo de sus homólogos frescos.

Lo que nos da la lata

  • Proteínas: El pescado es rico en proteínas de buena calidad (contienen los aminoácidos que nuestro cuerpo no puede sintetizar y debemos tomar de la dieta). Las proteínas son importantes para una correcta función muscular o el transporte de oxígeno por la sangre, y la defensa o regeneración de tejidos, entre otras.
  • Omega 3: Es rico en ácidos grasos que han demostrado sus efectos protectores ante riesgos cardiovasculares; así, estos ácidos grasos pueden reducir los niveles de triglicéridos, la tensión arterial y la inflamación, relacionada con enfermedades metabólicas como la obesidad o la diabetes. Además, este efecto protector se incrementa si se eligen aquellas conservas que contienen aceite de oliva.
  • Minerales: ¿Sabías que 100 g de sardinas en conserva aportan casi la mitad de calcio necesario al día? De hecho, esta porción contiene más del doble de calcio que un yogur. También aporta yodo, fósforo y selenio.
  • Vitaminas: Son ricos en vitaminas del grupo B, importantes en la obtención de energía. Además, los pescados azules son ricos en vitaminas liposolubles como la vitamina A, importante durante el embarazo y la lactancia, y la vitamina D, que ayuda a la absorción del calcio -que como hemos visto está en cantidad- previniendo la osteoporosis.
  Rocío Narbaiza: Farmacéutica & Nutricionista