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Producto de temporada

Boquerón, anchoa o bocarte

Deliciosa tanto frita como en salazón, la anchoa del Cantábrico viene cada primavera para que podamos disfrutar de todo su sabor. ¿Pero es anchoa, es bocarte o es boquerón? Tres nombres para designar a un mismo pescado, aunque con sus pequeñas diferencias. Su nombre científico es Engraulisencrasicolus, pero en el lenguaje coloquial hay diferencia de opiniones. En algunos lugares al pescado fresco se le llama anchoa o bocarte, y a su preparado en salmuera boquerón. Sin embargo, según la Real Academia de la Lengua Española la denominación correcta es precisamente al revés.

“Pez teleósteo, fisóstomo, parecido a la sardina pero más pequeño, que abunda en el Mediterráneo y parte del Océano Atlántico, con el cual se preparan las anchoas". Esta es la definición oficial de boquerón, por tanto, se refiere al pescado fresco, que pasa a llamarse anchoa cuando este es curado en salmuera con parte de su sangre.

Al margen de las definiciones oficiales, al final manda la tradición de cada zona. De ahí, que en zonas como, Navarra o La Rioja esté más extendido el término anchoa para referirse al pescado fresco (antxoa en el País Vasco), mientras que bocarte se utiliza más en Cantabria, Asturias y Galicia.

Propiedades

Cuando hablamos de anchoa, de boquerón o bocarte, estamos hablando de un pescado azul. Este tipo de pescado contiene ácidos grasos Omega -3, muy indicados para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Consumir anchoa como fuente de proteína aporta vitaminas del grupo B como la B2, B3, B6, B9 y B12. También es importante el contenido de potasio que poseen, de gran interés para los deportistas, ya que ayuda a la recuperación después de hacer ejercicio.

Elegir una buena anchoa

Si queremos reconocer una buena anchoa, lo más importante es mirarle los ojos. Deben ser claros y limpios, su piel ha de ser brillante y al tacto tener la carne firme. Esa es siempre la clave. Un pescado con los ojos turbios no está fresco y si su carne es blanda no es muy buena señal.

Cómo limpiarlas

Muchas son las maneras de preparar anchoas, pero para limpiarlas no hace falta mucha ciencia. Se quita la cabeza del cuerpo y con el dedo se separan los lomos para sacar las tripas y la espina central. No es muy recomendable abusar del agua al limpiarlas. Será suficiente con utilizar un poco de agua fría. En cualquier caso, en BM Supermercados te preparamos las anchoas a tu gusto, para que solo tengas que cocinarlas.

¡A los fogones!

Una vez limpias toca prepararlas. Fritas es la forma más común de cocinarlas, en una sartén con aceite y un poco de ajo. ¡Deliciosas! Pero si prefieres un plato más ligero,  te sugerimos esta receta de anchoas a la papillote. Otra opción servirlas en tortilla, y por supuesto, no olvides otro plato típico, anchoas en vinagre.

Listas para comer

Aunque frescas son un auténtico manjar, no podemos olvidarnos de las anchoas en conserva y semiconserva, claves en nuestra gastronomía y muy cómodas. La diferencia entre ambos tipos de conservación radica en el proceso y la duración. Las conservas han sido esterilizadas y pueden mantenerse durante varios años sin preocuparnos de que estén en un lugar frío. Las semiconservas, sin embargo, no han pasado por un proceso de esterilización, por lo que deben mantenerse en un lugar frío (entre 5 y 12 grados) durante un máximo de un año.

Las conserveras de la costa cantábrica utilizan métodos tradicionales y artesanales para procesar las anchoas, basados en el salado y prensado. Posteriormente, se dejan reposar entre 5 y 6 meses a una temperatura entre los 18 y 25 grados. Después, viene la fase de limpieza y secado para quitar la sal y las espinas. Acto seguido se separan los filetes y se meten en el tarro o lata donde se vayan a comercializar. Así podremos disfrutar de todo su sabor en cualquier época del año.