
Alimentación saludable
Infusiones: cola de caballo
La cola de caballo es una planta sin flor distribuida por climas húmedos de todo el mundo. En Europa se conocen algunas especies, de las cuales la más interesante es Equisetum arvense, por ser la más extendida y a la que se le atribuyen ciertas propiedades.
Contiene numerosas sustancias que le confieren propiedades beneficiosas, entre ellas destacan el silicio y los antioxidantes.
Su uso se remonta a la medicina tradicional romana y griega, donde utilizaban esta planta para detener las hemorragias y tratar úlceras, heridas e incluso la litiasis renal (piedras en el riñón).
A día de hoy su utilidad terapéutica se apoya en el uso histórico de esta planta y en ciertos estudios farmacológicos. Entre los principales beneficios de la cola de caballo se podrían destacar:
- Acción diurética suave: produce modificaciones en la eliminación de agua, potasio y sodio, por lo que puede ser beneficiosa en casos de edema o retención de líquidos.
- Mantiene los huesos sanos: se cree que el alto contenido en silicio de la cola de caballo aumenta la densidad de los huesos.
- Cuida piel y cabello: algunos estudios apuntar a que los antioxidantes de esta planta influyen en el daño de los radicales libres en las fibras capilares y la piel. El silicio, por su parte, reduciría la caída del cabello.
- Efecto antiinflamatorio: inhibe los linfocitos, principales células involucradas en enfermedades inflamatorias.
- Acción antibacteriana: utilizado en forma de aceite es eficaz para combatir ciertas bacterias.
Existen en el mercado numerosas presentaciones de cola de caballo, aunque quizás las más conocidas sean las infusiones o las cápsulas. La dosis diaria recomendada dependerá del efecto que se quiera conseguir aunque no existe un consenso sobre ello.
Para preparar correctamente una infusión de cola de caballo, se debe hervir un litro de agua al que se añaden unas cuatro cucharadas de cola de caballo fresca o seca. Se deja infusionar diez minutos y se filtra la mezcla antes de servirla.
En general la cola de caballo es una planta segura para su consumo, sin embargo, no se recomienda su uso en embarazadas, mamás lactantes y niños. Por otro lado, podrían existir interacciones con ciertos medicamentos que producen pérdida de potasio, como los diuréticos o en aquellas personas con niveles bajos de vitamina B1.
Rocío Narbaiza: Farmacéutica & Nutricionista |