¿Es posible cocinar unas croquetas sanas y con pocas calorías? La respuesta es sí. Os ofrecemos algunos consejos útiles para hacer unas croquetas más saludables. Nos ayudarán ahora que estamos cuidándonos tras los excesos navideños. ¡Aplicad estos trucos para que sean más ligeras!

Relleno sano

Conviene evitar los fiambres, embutidos y los quesos curados, y sustituirlos por queso fresco, hortalizas (brócoli, coliflor, espinacas, calabaza, berenjena), pescados o marisco (salmón, bacalao, atún, gambas…) y carnes blancas (pollo y pavo).

Bechamel ligera

La bechamel es la clave de toda croqueta, la que proporciona esa suavidad indeible en cada bocado. Pero, ¿cómo aligerarla? Para elaborar una salsa bechamel más ligera se puede utilizar leche desnatada o bebida vegetal y harina integral, de quinoa o de otro cereal.

¿Sabías que cuanto más cremosa y suave sea la croqueta, más ligera será? Para darle más cremosidad y, a su vez, reducir la bechamel, podemos incorporar queso fresco batido desnatado o yogurt natural

Rebozado más saludable

Sustituir la tradicional harina, huevo y pan rallado por un rebozado rico en fibra y con nutrientes más sanos. Podemos utilizar pan integral rallado (casero mejor) o copos de quinoa o avena.

Otra opción saludable es triturar frutos secos con un poco de harina integral, salvado de trigo o avena, harina de quinoa o de maíz que contienen más fibra que la de trigo blanco.

Mejor al horno que fritas

¿Pensabas que las croquetas sólo se podían cocinar en la sartén o en la freidora? Estás equivocado. Lo más saludable es cocinarlas al horno, en una placa antiadherente o ligeramente untada con aceite. Eso sí, es conveniente darles la vuelta a mitad de cocción para que se doren por ambos lados.

Para los que las prefieren sí o sí fritas, la opción es dorarlas en la sartén a fuego medio y con poco aceite de oliva virgen extra, por supuesto. ¡No te olvides que no debes dorarlas en exceso!

Teniendo en cuenta estos consejos: interior nutritivo, rebozado sin harinas refinadas y cocción saludable, podemos conseguir unas auténticas e irresistibles croquetas sabrosas y sanas.

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Trucos para que las abuelas envidien tus croquetas

• Los copos de quinoa o avena proporcionan una textura crujiente a la croqueta y se adhieren fácil al huevo.
• Colocar las croquetas en la sartén cuando el aceite esté bien caliente (170ºC-180ºC, sin dejar que humee). Si no absorberán más aceite y grasa.
• Conseguir una capa fina de rebozado, lo justo y necesario para cubrirlas.
• La carne del relleno debe contener poca grasa, por eso no se debe echar la piel.