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Alimentación saludable

Ensalada de pimientos asados con ventresca

Esta ensalada, típica en ciertas regiones de España, acepta diferentes versiones. La que os propongo, además de la ventresca, lleva huevo cocido, por lo que su contenido proteínico y valor nutricional es más alto. Cualquiera que sea la versión que se prepare, recomiendo elegir productos de primera calidad, como la ventresca de bonito del Cantábrico.

Apunta los ingredientes:

  • 1 kg de pimientos
  • 4 dientes de ajo
  • 1 lata de ventresca
  • 1/2 cebolla
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Comienza cociendo los huevos por un lado y asando los pimientos por otro. Para ello, se lavan los pimientos y se secan bien. Sin quitarles la piel y utilizando un pincel, pintarlos con aceite de oliva. Asar junto con los ajos durante 25-35 minutos en el horno previamente calentado a 200ºC, dando la vuelta a mitad de cocinado. Sácalos cuando la piel esté ligeramente ennegrecida en algunas partes. Una vez frío se pelan: retira el tallo y las semillas (pasa un cuchillo a ras para retirar todas las semillas).

Te recomiendo asar más de una ración para aprovechar la energía que se consume, gesto que también ayudará con el ahorro. Si sobran pimientos asados, se pueden conservar perfectamente en la nevera en un tarro de cristal con el líquido del asado. Así lo puedes utilizar en otras elaboraciones, como este rico hummus de legumbres y pimientos.

Una vez pelados los pimientos se cortan en tiras junto con los ajos asados. Añade la cebolla cortada en finas tiras, el huevo en cuartos y la ventresca. Aliña con sal y un chorro de aceite de oliva mezclado con un poco del líquido de los pimientos asados y… ¡a disfrutar!

Una ensalada completa

Esta ensalada es una idea fácil y saludable de cena por contener:

  • Proteínas de alto valor biológico: por el huevo y la ventresca. Cumplen funciones importantes en el organismo, principalmente la fabricación, mantenimiento y regeneración de los tejidos.
  • Omega 3: la ventresca de bonito aporta ácidos grasos cuyo efecto sobre la protección cardiovascular ha quedado demostrado.
  • Vitaminas del grupo B: tanto el huevo como la ventresca proporcionan importantes cantidades de vitamina B, que cumplen una función muy importante en los procesos de obtención de energía.
  • Antioxidantes: el pimiento es rico en provitamina A, que se convierte en vitamina A cuando el cuerpo la necesita, para protegerse por ejemplo del sol. También contiene vitamina E que, entre otras funciones, participa en la formación de glóbulos rojos y mejora el sistema inmunitario como lo hace también la vitamina C, que se encuentra en grandes proporciones en el pimiento (si bien es cierto que gran parte de esta se pierde por la acción del calor).
  • Minerales: fósforo, potasio, yodo y selenio. El fósforo previene tanto la caries como la osteoporosis; el potasio participa entre otras en el crecimiento y en la contracción muscular. El yodo forma parte de las hormonas tiroideas y el mantenimiento de la actividad metabólica y, por último el selenio es otro potente antioxidante.

¿Te animas a probarla?

  Rocío Narbaiza: Farmacéutica & Nutricionista