
Alimentación saludable
Tomate frito: consejos saludables y propiedades de la salsa por excelencia
Tan simple y tan delicioso, el tomate frito es una de las salsas con mayor presencia en nuestra cocina, y es que su versatilidad la hace idónea para acompañar pasta, como base de pizza o para cocinar un sinfín de platos.
Esta salsa se elabora a partir de tomate, que se fríe con aceite y a la que se le añade sal y opcionalmente otras especias, para después envasarlo en recipientes que lo mantienen durante un tiempo prolongado.
Generalmente las presentaciones que se encuentran en el mercado suelen contener en su composición aceites vegetales diferentes al de oliva, azúcar para corregir la acidez del tomate y sal en cantidad, pero además pueden contener potenciadores de sabor como el glutamato monosódico (E-621) y algunos otros conservantes.
Debido a que cada vez los consumidores reparamos más en la calidad de los ingredientes, se pueden encontrar últimamente más elaboraciones que incorporan aceite de oliva, disminuyen su contenido en sal y/o eliminan el azúcar, dando lugar a una salsa igualmente sabrosa con una composición nutricional más saludable.
Prueba a hacer tu propio tomate frito casero
Sin embargo, elaborar tomate frito en casa es muy sencillo, y sin duda una buena opción puesto que de esta manera se pueden seleccionar todos los ingredientes que se van a incluir en la elaboración de la salsa.
Para elaborar tomate frito se puede cocer los tomates en casa, o bien utilizar tomate natural triturado envasado, preferiblemente aquellas presentaciones cuyo contenido sea 100% tomate triturado.
En una sartén se ponen unos 20 ml de aceite de oliva virgen extra (AOVE). Una vez esté caliente, se añade el tomate junto con la sal (al gusto) y se tapa. Se deja cocer a fuego medio y se va removiendo hasta conseguir la textura deseada. Opcionalmente se pueden añadir especias (pimienta, orégano o albahaca). Se puede guardar en un bote de cristal en la nevera, no más de cuatro días.
Propiedades del tomate frito
Puesto que básicamente la salsa de tomate frito casera está compuesta de tomate -en su mayoría- y aceite de oliva virgen extra, las propiedades nutricionales del tomate frito casero serán básicamente las del tomate y las del AOVE:
- Bajo contenido energético: una ración de tomate frito (unos 40g) nos aporta alrededor de 35 kcal., por lo que puede ser un buen aliado dentro de un plan de mantenimiento o pérdida de peso.
- Fuente de antioxidantes es rico en licopeno, vitamina E y provitamina A. Todos ellos ayudan a contrarrestar los efectos producidos por los radicales libres. La presencia de estos compuestos previene de enfermedades como el Alzheimer o incluso algunos tipos de cáncer. Además la provitamina A o betacaroteno protege la piel frente a la radiación solar.
- Protección de la microbiota intestinal: según un estudio publicado por la Universidad Politécnica de Valencia, la presencia de antioxidantes protege a la microbiota intestinal -concretamente a la cepa Lactobacillus reuteri-, que puede degradarse durante el proceso digestivo. Se ha visto que este efecto protector es mayor cuando el tomate está cocinado, como en el caso del tomate frito.
- Grasa saludable: el aceite de oliva virgen extra es cardioprotector, puesto que disminuye los niveles de colesterol, mantiene a raya la tensión arterial y reduce la inflamación. Pero además, la presencia de esta grasa saludable en el tomate frito mejora la absorción del licopeno, potenciando su efecto antioxidante.
Rocío Narbaiza: Farmacéutica & Nutricionista |