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Entrevista

Tania Llasera: morder la vida

Entrevistamos a Tania Llasera, Comunicadora y escritora, con motivo de la publicación de su tercer libro, ‘La vida a mordiscos’, en el que hace un repaso de su trayectoria vital y profesional. “Me gusta mi vida y sé que no puedo caer bien a todo el mundo, pero me la trufa”, nos cuenta entre risas.

¿En qué momento profesional te encuentras? Cuentas en tu último libro que, pasados los 40 años, te has reinventado.

El mundo de la comunicación está cambiando muy rápidamente y yo estoy intentando cambiar con él. Estoy un poco perdida, pero también es verdad que no tengo ningún miedo al cambio.  Me siento más libre, más madura y más perfecta que nunca. La vida llega a mordiscos y nunca te da más de lo que puedes masticar.Y estoy en un bocado de cambio.

¿Intuyes el camino por el que quieres seguir? ¿Te sigue apeteciendo trabajar en televisión?

Sí, la tele es mi medio y es lo que me gusta. Pienso dedicarme a la comunicación siempre. He montado mi propia empresa con una amiga y vamos a hacer una cosa muy chula, pero no puedo contar nada todavía.

¿Y emocionalmente, como te sientes?

Me gusta mi vida. Estoy en una fase de disfrute emocional y de madurez. Mis dos hijos ya son autónomos y el disfrute es aún mayor, porque no tengo que estar constantemente cambiando pañales. Y ya podemos hacer más planes. Estoy deseando ir al campo y viajar con ellos. Mis hijos me encantan. Y me gusta todavía mi marido, que después de la pandemia es algo muy importante [risas].

¿Qué te ha aportado y qué te ha quitado la maternidad?

Me ha quitado dudas, porque siempre estás pensando si quieres ser madre o no quieres, cuándo es el mejor momento... He necesitado mucha terapia para afrontar la maternidad. Y lo que me ha aportado es un amor inmenso, un cambio de postura frente a la vida y también me ha traído miedos. Aún hay mucho prejuicio y miedo a decir que se va al psicólogo. Hay una gran estigmatización y confusión con la enfermedad mental: se te tilda de loca, la gente confunde el psiquiatra con el psicólogo... Con la pandemia han creado apps a través de las cuales puedes hablar con un psicólogo profesional, incluso desde el anonimato si te da la gana. Y esto me parece fantástico. Es muy importante cuidar nuestra salud mental y más en una situación de fatiga pandémica como la que estamos viviendo.

La cabeza es como un huerto en el que hay que tenerlo todo bien sembrado y regado, porque, de lo contrario, en algún momento lo vas a notar. Es de valientes pedir ayuda cuando una no puede salir de una situación que le hace sufrir. Puede ser una amiga o un cura, pero, normalmente vas a hacer más caso a una persona neutra y, sobre todo, si le pagas.

Tania Llasera

¿No te parece que a veces somos nuestras peores enemigas, por lo exigentes que somos con nosotras mismas?

Llevamos muchos sombreros sobre la cabeza: el de madre, el de hija, el de pareja, el de amiga... Pasa un poco como con la maternidad,  que te diluyes y te olvidas de lo que buscas y de lo que te hace feliz. La pandemia a mí me ha enseñado que necesito tiempo sola para recargar pilas y auto conocerme. Para reco­nectar conmigo misma, necesito un poco de soledad.

Afirmabas recientemente en una entrevista que no puedes caer bien a todo el mundo, pero que lo llevas bien. ¿Hubieses afirmado lo mismo hace 20 años?

No. Yo he hecho un viaje hacia el autoconocimiento y el amor propio. El primer novio que tuve me mal­trató psicológicamente. Yo estaba hundida y arrinconada. Cuando te convencen de que no eres nadie y que no eres lista, ni guapa y de que no vas a llegar a nada, recuerdo que, en esa esquina oscura, me dije a mí misma que nunca más volvería a dejar que nunca nadie me vol­viera a hacer pasar por lo mismo. Jamás. Cuando engordé y la gente y los medios me hacían bullying me dije que tampoco me iban a hundir. ¡No me da la gana! También he he­cho mucha terapia y he tenido una educación muy distinta a la habi­tual y gracias a estas herramientas puedo ahora decir que me la trufa la opinión de los demás. Si escucha­ra las opiniones de todo el mundo, y más ahora, con el tema de las redes sociales, me volvería loca.

La popularidad te provocó un trastorno de agorafobia. ¿Cómo os lleváis ahora tu agorafobia y tú?

A mí la fama me llegó de repente y yo no estaba preparada. Se me atragantó. Cada vez me costaba más salir a la calle. Es verdad que no había redes sociales, pero había paparazzis que me sacaban fotos. Fue un momento incómodo, por­que la fama no viene con manual de instrucciones. Pedí ayuda a una psicóloga con la que he estado ocho años y que también me ha ayudado a digerir que quería ser madre. Me ayudó a tener el valor de ser madre mientras trabajaba en un programa de televisión, delante de la cámara, que era algo que yo no sabía cómo hacer. Me ayudó a superar muchos miedos que tenemos las mujeres, como el de perder el trabajo.

Tania Llasera

Cuentas en el libro que tu abuela materna, fallecida, te envió un mensaje a través de la vidente Anne Germain animándote a es­cribir este libro. Afirmas que eres una persona espiritual. ¿Cómo entiendes tú la espiritualidad?

La espiritualidad es muy importante para mí. Somos energía y yo soy muy kármica. Creo que toda la buena onda que puedas mandar hacia el universo te va a venir de vuelta. Hay que estar súper agradecidos por las cosas buenas que te da la vida, hay que ser buena persona y generoso con los demás. Yo creo en la reencarnación, en los ángeles, en los fantasmas... En el mundo espiritual no voy a decir que no a nada.

¿En qué momento de tu vida y por qué decidiste rebelarte contra los cuerpos normativos?

En el momento en el que en 2014 fui la cuarta noticia más buscada en Google por haber engordado después de dejar de fumar. Yo, de hecho, me veía mejor que cuando estaba delgada. Y me pareció injusto que la prensa y la sociedad se postularan en mi contra. El atractivo es indefinible y hay muje­res y hombres bellos en todos sus tamaños, formatos y colores. No entiendo que la sociedad nos quiera imponer el 90-60-90, tengamos que tener la dentadura perfecta... ¡la perfección es aburridísima! Mi abuelo escultor me enseñó a mirar la belleza de otra manera desde pequeña y veo belleza en sitios en los que la gente normal no la ve.

¿Apostar por una Tania ‘sin filtros’ en Instagram te ha hecho más libre?

Sí. Me siento más libre que nunca. Mi pelo es reflejo de mi estado anímico y me lo he cambiado, como otras muchas cosas en mi vida. La vida es constante cambio y qué maravilla, por­que ser todo el rato igual y perfecta es un rollo. ¡Qué aburrido es ese mandato de filtros que existen en las redes sociales!

Muchas chicas jóvenes viven esclavas de su imagen en las redes y de los likes. Tú como influencer con más 700.000 seguidores en Instagram, y como madre, ¿qué consejos darías a madres y padres para que sus hijos no se vuelvan adictos a las redes y puedan gestionar sanamente sus perfiles?

Las madres de ahora tenemos nuevos proble­mas, como la exposición de nuestros hijos a las redes sociales, el uso del móvil... Es muy difícil dar consejos. A las madres con hijas en edad impresionable, yo les diría que en momentos de hacer cosas en familia, como la hora de comer o de cenar, los móviles deberían retirarse para poder pasar tiempo de calidad. Y vivir la vida de verdad, no sólo a través de una pantalla.

¿El ayuno intermitente es ahora tu nuevo mejor amigo?

La maternidad es muy solitaria y en los primeros años te ves como en una especie de túnel oscuro en el que no acabas de ver la luz. No sabes cuándo vas a volver a ser tú, te diluyes y te olvidas de ti misma. Hubo un tiempo en el que el vacío existencial, las dudas y los miedos me hacían pagarlo con la comida. El confinamiento me regaló 56 días en casa con los niños y me ayudó a que, como no había compromisos sociales, me animara a probar el ayuno intermitente, por recomendación de mi médico. A mí me costaba desayunar desde pequeña y he ayunado durante años, sin saber que lo estaba haciendo. La semana que me viene la regla, eso sí, no hago ayuno porque me quiero tomar un ibuprofeno y no sufrir. Y si un día me apetece desayunar, desayuno. Para mí es un cambio vital que practicaré el resto de mi vida. Pero no me cansaré de decir que hay que hacerlo bajo seguimiento médico.

¿Qué hábitos alimentarios son esenciales en tu casa? ¿Transmites a tu familia la importancia de practicar una alimentación saludable y de hacer deporte?

Sí, yo entreno tres días a la semana y mi marido hace muchísimo deporte. Aunque yo antes comía más, siempre he sido de comida hecha en casa. Hace años que no voy a un establecimiento de comida rápida. Como muy bien. Y la comida casera y la dieta mediterránea es fantástica.

Desde que tengo hijos, entiendo mucho mejor a las personas que deciden no tenerlos. ¿Cómo es eso?

Me da mucha rabia que se estigmatice a las mujeres que no quieren ser madres y que se les eche en cara que no están cumpliendo su función en la sociedad. Es un pensamiento muy arcaico. La maternidad da la vuelta a tu vida y se ejerce durante 24 horas al día, los siete días de la semana. No tiene interruptor de apagado. Y si encima has sido madre no estando del todo segura de que querías serlo... Mucha gente de otras generaciones ha tenido hijos porque era lo que había que hacer y eso no me parece ni sano para la madre ni para el niño. A la elección de no ser madre hay que quitarle el estigma. No pasa nada por no ser madre, no se es menos mujer. Al revés, yo creo que escuchar a tu cuerpo y tus deseos demuestra mucha inteligencia.

¿A qué teme Tania Llasera?

A que a mis hijos les pase algo. Y a que cuando me haga viejecita me arrepienta de no haber hecho algunas cosas. A nada más.

 Tania Llasera – La vida a mordiscos

LA VIDA A MORDISCOS: Recetas para rebeldes.

Un libro para conocer a Tania Llasera a traves de sus momentos clave: su ruptura con los estereotipos, que significa la maternidad para ella, el cuidado de una misma para cuidar de los otros, y muchas otras historias para acercarnos al lado más íntimo de la presentadora.

 

TANIA EN 5 PALABRAS

1-ESCRIBIR COMO TERAPIA

“Yo siempre he leído mucho, pero desde que soy madre, debo reconocer que leo muy poco. Durante años he escrito diarios y ahora escribo libros. Me gusta y me relaja. Además, me da la sensación de que aporto algo”.

2-VIVIR LA VIDA A MORDISCOS

“La vida se tiene que comer a mordiscos grandes unas veces, otras a pequeños mordiscos y otras, directamente, no se puede comer. Mi abuela siempre me decía que la vida no te da más de lo que puedes masticar. Y por eso mi último libro se titula así. Es un gran homenaje a mi abuela y a la sabiduría familiar, no solo en la cocina sino en la vida”.

3-LAS MADRES VASCAS

“Como buena vasca, he vivido en un matriarcado. Las madres vascas imprimen muchísimo carácter y tienen muchísimo peso y aplomo dentro de la familia. Yo, además, soy cáncer y eso, en el horóscopo, es la maternidad por antonomasia. No concibo la vida sin los míos”.

4-CREATIVIDAD

“Durante mi tiempo libre practico el dolce far niente. Escuchar música, estar con amigos, ver una peli con mi pareja, reírme, decorar, escribir, hacer cerámica... Todo lo que sea creativo me da mucha paz. Y el contacto con la naturaleza, pasear, bañarme en el mar...”.

5-FUERZA DE VOLUNTAD

“Dejar de fumar tres cajetillas de tabaco al día es una de las mejores cosas que he hecho en la vida. Yo pensaba que iba a ser absolutamente imposible y lo conseguí. Yo fumaba muchísimo. Pero la motivación por querer ser madre me ayudó muchísimo”.