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Alimentación saludable

La importancia de la vitamina D en otoño

La vitamina D es un nutriente esencial para nuestro cuerpo. Cumple funciones vitales importantes como por ejemplo ayudar a mantener unos huesos y dientes fuertes y defensas contra infecciones, así como contribuir a que los músculos, el sistema inmunológico, y el estado de ánimo se mantengan en buen estado.

Aunque normalmente es conocida como vitamina, realmente esta tiene también la función de una hormona en su estado activo (calcitriol) que se genera después de varias fases de transformación tanto en el hígado como en los riñones. La vitamina D se presenta en dos formas principales:

  • Vitamina D2 (ergocalciferol): Se encuentra en algunas plantas y alimentos enriquecidos.
  • Vitamina D3 (colecalciferol): Se encuentra en alimentos de origen animal y se produce en la piel con la exposición solar.

A pesar de haber varias formas de conseguir esta vitamina, para el ser humano la principal fuente para adquirirla es mediante la absorción de la radiación ultravioleta a partir de la luz solar. Es por ello que durante los meses de escasa luz solar, sea por el cambio del horario de verano al de invierno o por el usual tiempo lluvioso o nuboso de la época, se hace más complicado la absorción de esta vitamina, y ocurren muchos casos de escasez.

Para poder lucir saludable y conseguir este fundamental nutriente, hay varias formas que pueden ser efectivas cuando los rayos de sol escasean:

  1. A pesar de recalcar siempre la importancia de usar protector solar, es recomendable exponer al sol la cara, el cuello, los brazos y las manos durante 30 minutos al día sin protección, ya que este impide que los rayos UVB se absorban. A partir de esta media hora es esencial aplicar protector solar con un factor de protección de 30 o 50 en todas las áreas expuestas.
  2. A pesar de que la vitamina D adquirida por medio de la dieta sea solamente una pequeña cantidad, hay unos pocos alimentos con una cantidad significativa de este nutriente. Estos son los pescados grasos como el salmón, las sardinas y la caballa, los huevos y el hígado y los alimentos enriquecidos, sobre todo los lácteos. Sin embargo el aporte de vitamina D en estos sigue siendo muy bajo.
  3. Por ello, en muchos casos de escasez de vitamina D por falta de luz solar, el mejor remedio es la suplementación farmacológica y los complementos alimenticios como por ejemplo las cápsulas de aceite de salmón.

 

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