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Cómo cuidar tu piel después de los 60 años

A pesar de la creencia generalizada de que todas las pieles envejecen de manera uniforme, su condición a lo largo de los años dependerá de diversos factores, como la genética, pero principalmente de cómo hemos mantenido su cuidado a lo largo de nuestra vida.

Desde la elección del tipo de limpieza facial más adecuada hasta la inclusión de ingredientes esenciales en tus productos. Aquí te dejamos algunas pautas para una rutina de cuidado de la piel después de los 60 años

 

1. Hidratación constante

En este periodo, la hidratación se vuelve primordial; optar por cremas más densas y nutritivas ayuda a combatir la pérdida de humedad, una característica común en esta etapa. Utilizar productos que contengan ingredientes como ácido hialurónico para retener la humedad en la piel, es de gran importancia. Además, la protección solar diaria (mínimo 30 SPF) es esencial para prevenir daños causados por los rayos UVA y UVB.

 

2. Limpieza suave

Es clave para evitar la irritación y mantener el equilibrio natural además de aportar hidratación a la piel. También es fundamental la elección de productos ricos en antioxidantes y libres de detergentes agresivos, para no eliminar los aceites naturales de la piel.

 

3. Nutrientes esenciales

Vitaminas como la C y E, con sus propiedades antioxidantes, son aliadas para combatir el envejecimiento. La vitamina A, esencial para la regeneración celular, contribuye a una piel saludable. Los ácidos grasos omega-3, presentes en alimentos como pescados grasos, trabajan para mantener la piel hidratada y reducir la inflamación. Minerales como el zinc interviene en la reparación de tejidos y la síntesis de colágeno, mientras que el Q10 actúa como antioxidante y energizante celular.

 

4. Actividad física y descanso adecuados

La actividad física regular y un descanso adecuado complementan esta rutina, mejorando la circulación sanguínea y proporcionando el tiempo necesario para que la piel se regenere durante la noche.

 

5. Masajes faciales

Los podemos hacer con nuestras propias manos o con herramientas diseñadas para este tipo de masajes (ej. Gua Sha). Estos, pueden ayudar a estimular la circulación y relajar los músculos faciales además de mejorar la luminosidad de la piel y reducir la hinchazón. No es recomendable exagerar en su uso.

 

Cuidar la piel no solo es una cuestión externa; una dieta equilibrada y hábitos de vida saludables son la clave para un aspecto radiante. ¿Qué otros tips aplicas en tu rutina?