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Salud

Alimentación y sueño

La alimentación mantiene una estrecha relación con el sueño. Es por ello, que de nuestros hábitos alimentarios dependerá que durmamos bien o mal. Si queremos tener una buena calidad del sueño, debemos seguir unas pautas alimentarias correctas y saber qué alimentos no conviene ingerir antes de acostarnos. Además, no olvidemos que la práctica de ejercicio físico para evitar una vida sedentaria, también nos ayudará a conciliar el sueño con más facilidad. 

La norma por excelencia viene dada en forma de refrán: “Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”. Consumir una comida pesada justo antes de irnos a dormir puede entorpecer el proceso del sueño, puesto que tardaremos más en hacer la digestión. Por eso, es recomendable preparar una cena ligera por lo menos tres horas antes de irnos a la cama, para que previamente tu organismo pueda digerir bien los alimentos.

Si seguimos esta norma, evitaremos muchos problemas del sueño. Aun así, debes tener presente que algunos alimentos, por su propia naturaleza, dificultan el proceso del sueño y, por tanto, conviene que los evites en las cenas.

Alcohol
Aunque parece que las bebidas alcohólicas antes de acostar ayudan a conciliar el sueño, producen el efecto contrario. Puede que tomarte una copa de vino haga que te duermas más rápido, pero en mitad de la noche afectará al sueño.

Grasas
La digestión de alimentos ricos en grasas (embutidos, quesos, salsas o frituras, entre otras) es más lenta. Además, este tipo de productos provocan un aumento en la secreción de ácido clorhídrico, ocasionando acidez de estómago, lo cual dificulta conciliar el sueño.

Bebidas estimulantes
Algunas bebidas estimulantes como el café o el té contienen metilxantinas que, al provocar un efecto eufórico, te impedirán conciliar un sueño profundo. No solo conviene evitarlas por la noche. Si eres especialmente sensible, tanto a la cafeína como a la teína, conviene no ingerirlas tampoco durante el día, puesto que el efecto puede prolongarse hasta la noche.

Chocolate
Una onza de chocolate negro a diario ayuda a mantener sano el corazón, pero no la consumas justo antes de acostarte. El cacao contiene teobromina, un tipo de metilxantina que también resulta excitante y, por tanto, puede producir alteraciones en el sueño. 

Dulces
Los dulces en general no son recomendables, puesto que el nivel de azúcar en sangre puede elevarse rápidamente para volver a bajar a mitad de la noche. Posiblemente te quedes dormido con facilidad, pero estas fluctuaciones dificultan mantenerte dormido.

Especias
Las comidas muy condimentadas con especias picantes perjudican el sueño, ya que aumentan la temperatura corporal.

Alimentos diuréticos
Tampoco es recomendable abusar de los alimentos con propiedades diuréticas. Estos aumentan la cantidad de líquido en el organismo, y con ello la necesidad de eliminarlo, con lo cual el sueño puede verse interrumpido con frecuencia por la urgencia de orinar.

Siguiendo estas pequeñas recomendaciones, probablemente ahora sí que puedas decir que tienes dulces sueños. ¡Buenas noches!