
Peques
Errores que cometemos al alimentar a nuestros peques
Muchos padres y madres están continuamente preocupados por la alimentación de los hijos -sobre todo durante los tres primeros años de vida-, bien por la cantidad que creen que deben tomar, por los alimentos que quieren que vayan introduciendo o por la rapidez con la que comen.
Hay diferentes teorías pero la que cuenta con más apoyo entre pediatras y nutricionistas es la de “no obligar nunca a comer a un niño”. Y es que es contraproducente si se les obliga a comer, ya que lo que queremos es que el niño coma, y que lo haga de manera saludable, y eso no se consigue con presión, premios ni castigos.
Con la preocupación constante de querer que coman bien, los padres caemos en algunos errores habituales:
- Obligar a comer a la fuerza no es efectivo: si el niño/a no quiere comer ciertos alimentos –por ejemplo las verduras- y le forzamos a comerlos, difícilmente los elegirá él mismo.
- Al obligarles alteramos la relación de los pequeños con la comida: un niño al que se le obliga a comer no disfruta de la experiencia y ve la hora de la comida como algo negativo.
- Muchos padres y madres utilizan el soborno o premios para obligar a sus hijos a comer. ¡Nada de premios ni castigos!
- Obligar a terminar todo el plato: genera rechazo inmediato. ¡Error!
- Usar frases como “No te levantas de la mesa hasta que no te comas todo” o “Si no te lo comes, voy a tener que llevarte al hospital a que te lo den” o “Si no comes, me voy a poner triste”. Implican una manipulación emocional y lo único que se consigue es terror hacia la comida.
- Recuerda que los niños aprenden por imitación: come fruta y verdura, ellos también querrán. ¡Da ejemplo!
- Obligarles a comer las mismas cantidades que un adulto: es el propio niño/a el que debe decidir la cantidad de alimentos adecuada para su cuerpo. ¡Preocúpate por la calidad, no por la cantidad!
- Que sea un momento familiar: hay que intentar comer todos juntos, sin tele y tablets de por medio; sin obsesionarse por lo que comen. Debe ser un momento emocional y que cree vínculo.
Es normal que los padres nos preocupemos por la alimentación de nuestros hijos: que coma poca fruta, que no tome suficiente leche, que coma más sano…
Lo ideal es que los padres y madres nos impliquemos en seguir una dieta saludable y que el momento de la comida no se convierta en una obsesión. Recuerda: obligar a comer no es enseñar a comer.
Consejos para que la hora de la comida sea un momento agradable:
- Presentar las verduras de manera original. Deja volar tu imaginación y juega con las verduras ¡Puedes crear un sinfín de dibujos utilizando las verduras y jugando con sus formas y colores! Ellos disfrutarán, y tú al verles.
- Cocinar con los niños. ¡Es muy divertido y una buena manera para que se interesen por la comida! ¡Querrán probar lo que han cocinado!
- Mezclar los platos que les gustan más con los que les gustan menos. Por ejemplo, si no les gustan demasiado las verduras y sí la tortilla, puedes preparar una tortilla con verduritas. Lo mismo con las ensaladas, pastas… ¡Las opciones son infinitas!